Engr. Maharaja Ikem
Telfax:234-1-881722
Lagos-Nigeria.
STRICTLY CONFIDENTIAL
Telfax:234-1-881722
Lagos-Nigeria.
STRICTLY CONFIDENTIAL
Sir,
With reference to an introduction and recommendation made of your esteemed firm by out suppliers, I do hereby wish to commence talk with you on a highly confidential level. I am the chief accountant and also the member of contract awarding committee of the Nigerian National Petroleum Corporation. After due consultation with my colleagues of the committee, the Federal Ministry of Finance and Central Bank of Nigeria, I am duly mandated to arrange with you for the possible transfer of forty point zero five three million U.S. dollars (US$40.053M only) which represents an over estimated sum resulting from various contracts executed by some famous firms for my ministry.
I would appreciate so much if you will provide account into which the aforementioned sum will be lodged. All modalities of facilities the transfer to remittance have fully worked out with the Federal Ministry of Finance and National Apex Bank (CBN) the arrangement among other things spells out that the amount in question will be put into the account within 21 working days. It will also please you to note that for your involvement in the business, we have agreed to offer you 30% of the total, 60% will be for those of us in Nigeria while the remaining 10% is set aside for defrayal of any expenses that may be incurred locally and internationally in course of the transfer. If the above proposal interests you, please forward the following particulars immediately for prompt action. They are: A. The name of the bank, address of the bank, account number, phone and fax number of the bank. B. Your personal/private phone and fax numbers for easy communication.
The above arrangement will make for the maximum confidentiality as the nature of the business demands. Against the foregoing background, I wish to draw your attention to the fact that we have put in greater number of years civil service of the country and would not want our last years to dent out reputation, therefore maturity and topmost secrecy should be our watch word in keeping with this deal. Use the above tel/fax number for onward transaction with us.
Yours faithfully,
Engr. Maharaja Ikem.
¿Quién no recibió alguna vez un email como éste?
En él, se pide al destinatario que facilite un número de cuenta bancaria en donde depositar temporalmente una fortuna (40 millones de dólares en este caso) proveniente de algún remoto país africano. A cambio del favor, nos dejarán un porcentaje de la misma por nuestra colaboración.
A quien conteste, luego se le pedirán más datos, y en algún momento, cuando todo parece encaminado, se solicita enviar una pequeña cantidad (algunos cientos de dólares) en efectivo para destrabar algún problema burocrático. No son pocas las personas que caen en la trampa. Se pierde el dinero enviado y la fortuna no aparece nunca, porque nunca existió.
Lo que no muchos saben es que este tipo de estafas existe desde antes de Internet, y se hacía por correo postal. La carta que encabeza este artículo fue enviada en 1996 por correo a un empresario tailandés, el siguiente es un escaneo de la misma.
Imagen de la carta enviada. (Más información en el sitio http://2bangkok.com/2bangkok/Scams/Nigerian02.shtml)
Del mismo origen parecen ser estos dos sobres, enviados a Buenos Aires:
Por supuesto, es más caro enviar una carta de verdad, que un email. Para ahorrarse el costo de franqueo, no se compraron estampillas, sino que fueron falsificadas bastante burdamente.
Nada en ella es muy auténtico: los colores están muy fuera de registro (el magenta desplazado más de un milímetro a la izquierda) y el dentado no es el verdadero: La estampilla real lleva dentado 14, esta tiene dientes más grandes (11½).
En algunos casos, ni siquiera están mataselladas o el matasellos es también falso. Posiblemente se deba a que las cartas fueron introducidas en el sistema postal por algún empleado cómplice, mezclándose con las cartas normales.
Si bien parece un fraude difícil de creer, se estima que estas estafas les cuestan a los norteamericanos unos 100 millones de dólares por año, lo que es poco comparado a los 150 millones de libras que pierden los incautos ingleses.
1 comentario:
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