Fecha de emisión: 4/6/2014
Valor: $45 pesos uruguayos (pesos uruguayos)
Diseño Gráfico: Arq. Daniel Pereyra
Tirada: 10.000 hojas filatélicas
Imprenta: Sanfer Srl
Categoría: Hoja Filatélica
Montevideo y su Apostadero constituyeron el foco de resistencia ante la revolución de Mayo y en base a su fuerza naval (a pesar de verse debilitada) continuó manteniendo la supremacía en la región, así como a la ciudad, sometida al dilatado sitio.
El quiebre de la situación se marcó a principios de 1814, momento en que el gobierno bonaerense, consciente de que Montevideo no caería mientras tuviera expedita la vía del mar, organizaron una fuerza naval, la cual pusieron al mando de Guillermo Brown.
Esta fuerza, conformada por naves heterogéneas, con igual condición de la nacionalidad de sus tripulantes, los que además tenían escasa o nula preparación, sin embargo resultó responsable de la derrota de la organizada y experiente fuerza naval del Apostadero.
En Montevideo, estimado el peligro, se decidió el apresurado reclutamiento de tripulantes, así como la reparación y alistamiento de las naves, que se pusieron al mando del Capitán de Navío Graduado Jacinto Romarate.
El objetivo primario era atacar a la fuerza enemiga en el fondeadero de Balizas, pero el ˜Hiena˜ que había zarpado como observador informó sobre la superioridad de las fuerzas preparadas, por lo cual Romarate decidió fondear cerca de Martín García.
El gobierno de Posadas decidió entonces el bloqueo de Montevideo y el 20 de abril Brown llegó a la vista de la ciudad, poniéndose en comunicación con Alvear que comandaba el sitio en tierra.
Los efectos del bloqueo fueron fulminantes, teniendo que racionarse las provisiones mientras los preparativos de la escuadra realista continuaban con lentitud ante la indignación de todos.
El 2 de mayo Primo de Rivera enfermó, siendo subrogado en el mando de la escuadra por el Comandante general de Marina Miguel de la Sierra
De la Sierra dejó el Apostadero a cargo de del CF José Laguna y Calderón, y enarboló su insignia como jefe de la escuadra en el queche ˜Hiena˜.
Por fin el 14, antes de aclarar, la flota española zarpó.
Brown planeaba alejarse de Montevideo para librar la batalla en aguas profundas .
El 14, a las 10 de la mañana- Brown viró y por espacio de una hora se sostuvo un duelo de artillería con la ˜Mercurio˜ que tenía próximas a la fragata ˜Neptuno˜ y a la corbeta ˜Paloma˜ , las que no alcanzaron a entrar en la distancia de tiro de cañón de los enemigos.
Cuando la escuadra realista ceñía la costa y alcanzaba el puerto del Buceo de la Luz, el corsario conocido como ˜Pepe el Mahonés˜, de la balandra ˜La Podrida˜, se dirigió a la Estanzuela , donde encontró al falucho ˜San Luis˜ , escoltado por 2 balandras, embarcando piezas enviadas por Rondeau.
Se entabló allí un combate que concluyó con la toma del falucho y las balandras e incluso el incendio de otra embarcación que estaba encallada, que había sido desarbolada.
El 14, pasado el mediodía, la escuadra de Brown, cañoneó las naves españolas acercándose por la retaguardia.
A las 10 de la noche el ˜Hiena˜, navegó, quedando a tiro de fusil de la ˜Hércules˜, que le disparó dos andanadas de metralla y bala rasa. El ˜Hiena˜ arrastrado por la corriente tomó hacia el Sur del Banco Inglés, no volviendo a unirse a la escuadra la nave capitana.
El día 15 se presentó como una jornada de persecución de la flota española que trataba de regresar a Montevideo, eludiendo el combate.
Con las dos escuadras en movimiento se inició el lunes 16 de mayo. Los realistas procuraba alcanzar el puerto, viéndose al Hiena , lejos de la línea .
A las 14.00 hs. aproximadamente se inició un combate por parte de la fragata ˜Hércules˜ y la corbeta ˜Belfast˜.
A eso de las 16.00 hs. Brown trasladó su insignia a la ˜Itatí˜, que se encontraba a la vanguardia , con el propósito de cañonear a un bergantín que había quedado retrasado. En esa instancia, una bala hirió a Brown, fracturándole la pierna, .pero éste igualmente dirigió el combate desde la toldilla de la capitana.
En tal condición el ˜San José˜ encalló, rindiéndose a la ˜Hércules˜, la que arrió las velas para tomar la presa.
El ˜Neptuno˜ se distanció pero perseguido por el ˜Belfast˜, se rindió, mientras hacía lo mismo la corveta ˜Paloma˜ con la ˜Céfiro˜.
La lucha propiamente dicha culminó con la rendición de estas tres naves, iniciando las demás la fuga, procurando refugiarse al amparo de las baterías de la plaza.
El fuego se reanudó después de medianoche y continuó hasta las 3 del día 17..
Al amanecer Brown se hizo trasladar de nuevo a la toldilla para dirigir la acción final.
Esta acción militar- librada entre el 14 y el 17 de mayo- dejó en claro que el aspecto psicológico resulta un factor fundamental. Perdidas las mejores naves como consecuencia del combate de Martín García – así como, de acuerdo a los entendidos-al mejor comandante del Apostadero- (Romarate)- la escuadra española había decaído en su moral. De acuerdo a los hechos resulta evidente que la zarpada de las naves españolas había sido impuesta, ya que los propios jefes alegaban no estar preparados para la acción y estaban convencidos que la escuadra al mando de Brown era superior en calidad, armamento y tripulación.
Es de hacer notar además el estado de ánimo que provocó en la fuerza el abandono que hizo de la Sierra del comando, al finalizar el primer día de navegación y combate, justificado en el haber sido arrastrado por las corrientes.
Como consecuencia de la campaña el 20 de junio de 1814 capituló la primera fortaleza naval del Río de la Plata. El 23 de junio se entregaron las llaves de la ciudad, el Apostadero montevideano arrió su pabellón, y su final –al igual que su nacimiento- estuvo intrínsecamente ligado al mar.
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